lunes, 14 de abril de 2008

CÓMO ENSEÑAR A LOS ADULTOS

Pretender clasificar, organizar, codificar y sistematizar a los adultos es una tarea digna para poderosos sistemas de computación y el resultado, un desastre. No hay dos adultos iguales. Entonces lo más que podemos hacer es trazar unas pautas generales, ideas que parece que funcionan más o menos bien con los adultos que conocemos, pero hay muchos a los cuales no conocemos. Esos adultos a los cuales no conocemos pueden ser justamente a los cuales usted enseña.
Los adultos están en proceso de crecimiento. Esta es una afirmación general, bonita, y nos gustaría que fuera válida para todos, pero muy a nuestro pesar, no es así. De acuerdo con lo dicho por el apóstol Pablo en Efesios 5:11 a 6:12 hay algunos adultos que se han estancado en su crecimiento; lo peor algunos no quieren crecer y madurar. Piensan, creen y hablan como si fueran niños y a algunos les queda bien aquello de “viejos verdes” en su discipulado total. Los adultos pueden y deben avanzar en el proceso maduración espiritual. De acuerdo con el pasaje de Efesios que hemos mencionado hay cuando menos tres fases o etapas en este proceso: crecer en su conocimiento de la verdad de Dios, crecer en la frecuencia y consistencia con la cual ponen en práctica la verdad de Dios, y crecer en su madurez hasta el punto que pueden servir como modelos para otros adultos y sobre todo para la siguiente generación.

Los adultos son resultado de sus experiencias y los eventos de su vida. La familia en la cual se formaron, la carrera que escogieron y cuán afortunados han sido, decisiones que tomaron y sus consecuencias, junto con muchos otros factores integran un caudal de experiencias que han modelado sus actitudes, valores y por supuesto les han dejado un acervo de conocimientos incalculable. Por otro lado, ciertos eventos los han “marcado” de una manera u otra y por lo tanto sus actitudes y valores pueden ser diferentes de otros. Por ejemplo, supongamos que usted tiene en su clase una pareja adultos de 35 años que se casó cuando tenía 20, tiene cuatro hijos, ha tenido problemas para encontrar un trabajo estable y recién ha podido adquirir una casa propia en la cual vivir. Al lado de ellos está un hombre, también de 35 años, pero soltero, vive en un departamento, es un vendedor con relativo éxito y parece que las cosas le van bien. Espera casarse pero no sabe cuándo ni con quién. En el siguiente asiento está otra pareja de adultos de la misma edad que solamente han tenido un hijo con algunos problemas de salud. El hombre tiene un trabajo estable como maestro de una escuela y la esposa trabaja algunas horas como secretaria en una oficina de abogados. Aquí tiene usted cinco adultos con casi los mismos años de vida. Todos en su clase. Pero todos diferentes como resultado de sus experiencias y los eventos que la vida les ha ofrecido. Lo que esto quiere decir es que no podemos enseñarlos a todos de la misma manera y tratarlos como un “paquete”, pero por el otro lado no podemos enseñar a cada uno “individualmente”. Así que debemos buscar elementos comunes, no nos gusta la palabra “genéricos”, pero a lo mejor es la más apropiada para referirnos a esas cosas comunes de los adultos.
Los adultos tienen algunas cosas en común. Los estudios que hemos tenido a la vista y lo que nos dicen quienes han trabajado con adultos, conducen creer que hay cuando menos tres grandes preocupaciones comunes:

a. El trabajo y la vocación. Así como para los niños y los jóvenes lo más importante y significativo de su vida es el juego, para los adultos lo es el trabajo. Para muchos el trabajo es “una carga”, para otros es “más o menos” y para otros una “fuente de satisfacción”. Por otro lado, debemos darnos cuenta que los adultos de hoy consideran un cambio de vocación con más frecuencia que los adultos de las otras generaciones. Algunos vuelven a la escuela, quieren hacer otra cosa y cambian. Estos cambios traen sus consecuentes tensiones, limitaciones y riesgos, pero más y más están siendo parte de la experiencia y eventos de la vida adulta.
b. La familia es otra preocupación común. El establecimiento de una familia con sus valores aun permanece y es altamente buscada. Sin embargo, muchos han tenido que pasar por un divorcio, algunos se han vuelto a casar, tienen que resolver la situación de los hijos y ajustar sus deseos a las condiciones con la persona que dejaron o a las de la nueva pareja. Más y más encontramos que la familia nuclear de papá, mamá e hijos es un ideal al cual todos aspiran, pero que hay, en la práctica, muchas familias con uno de los miembros de la pareja que sirve como “padre y madre”. En muchos países generalmente es la mujer quien se queda con los hijos, pero más y más muchos hombres están cuidando y criando a sus hijos.
c. El significado y propósito de la vida. La pregunta “¿Y esto es todo?” se escucha con más frecuencia entre los adultos, tanto hombres como mujeres. Hay en el fondo de cada adulto el deseo de saber si han encontrado todo lo que la vida les puede ofrecer o si hay más, y si lo hay, quieren saber cómo pueden conseguirlo. Lo que esto significa para un maestro de adultos es que los estudios de la Biblia y las actividades que “tocan” estos aspectos o que buscan respuesta o solución a estos temas van a gozar de un alto grado de interés. Por supuesto, la Palabra de Dios tiene mucho que decir al respecto y da instrucción clara de cuál debe ser la conducta del discípulo cristiano en cada situación.
Los adultos aprenden por medio de resolver problemas y responder a preguntas. Cuestiones básicas que tienen que ver con el ¿qué? y el ¿por qué? son una parte inherente al pensamiento crítico que los adultos van desarrollando como resultado de las experiencias y los eventos de la vida. La mayoría de los problemas y algunas preguntas tienen que ser resueltos de manera personal e individual; sin embargo, cuando esos temas son tratados en un grupo de amigos, o por personas con intereses comunes, facilitan la concepción o imaginación de la solución o respuesta, y por lo tanto son de gran ayuda. De nuevo para el guía de estudio de la Biblia o maestro de una clase de adultos este principio, de que los adultos aprenden mejor por medio de resolver problemas y responder preguntas, lo orienta con claridad hacia los métodos que puede usar al enseñar a este grupo de personas. Para facilitar el tratamiento de estos métodos los vamos a agrupar en tres: preguntas, discusión y solución.
El método de preguntas y respuestas. Dicen que fue Sócrates, un filósofo griego, quien le dio a este método su relevancia. Por eso algunos lo llaman “el método socrático”. La idea es hacer preguntas bien pensadas y cuidadosamente expresadas para estimular una respuesta por parte del alumno. Jesús, nuestro Maestro, fue un experto en hacer preguntas. Una lectura cuidadosa de los Cuatro Evangelios nos dará una buena muestra de la habilidad del Señor para preguntar. No todas las preguntas son iguales, por eso usted debe escoger la que sirva mejor para su propósito en un momento dado.

a. Hay preguntas de respuesta abierta, en la cual la persona puede responder según su comprensión del asunto. No se espera que todos respondan a la pregunta de la misma manera.
b. Hay preguntas de respuesta cerrada, en la cual la persona debe responder con un dato o información específica. Se espera que todos respondan la pregunta con el mismo dato.
c. Hay preguntas sobre hechos reales. Eventos o situaciones que efectivamente han ocurrido en la vida o historia de un país, un pueblo, una familia o una persona.
d. Hay preguntas sobre hechos imaginarios. Se elabora un escenario en el cual los actores actúan un guión imaginario y de esas escenas se levantan las preguntas.
e. Hay preguntas directas en las cuales se pide que una persona del grupo responda. Se da el nombre del alumno quien debe responder.
f. Hay preguntas indirectas en las cuales cualquier miembro de la clase o grupo puede responder según su interés de participar.
g. Hay preguntas que contienen los “organizadores de respuesta”. Es decir que por la primera palabra señalan el tipo de respuesta que se espera. Cuando se usan estos organizadores se aconseja usar solamente uno a la vez.
• ¿Qué? Busca un dato o información específica.
• ¿Por qué? Busca una razón o motivo para lo que se hizo o dijo.
• ¿Cómo? Busca la manera o el procedimiento.
• ¿Cuándo? Busca una fecha o una referencia.
• ¿Dónde? Busca una la ubicación o el lugar.
• ¿Quién? Busca al actor del evento.
Es aconsejable que el maestro piense de antemano las preguntes que desea hacer, trate de responderlas por sí mismo y verifique que las preguntas son adecuadas para estimular el pensamiento y el raciocinio de los adultos.
El método de discusión es otra herramienta muy útil para el trabajo de enseñanza y aprendizaje con los adultos.

a. El tema a discutir debe caer dentro de una de las tres áreas de preocupación de los adultos que mencionamos antes.
b. El tema debe ser claramente especificado. Es preferible que el maestro lo escriba para asegurarse que incluye los aspectos que desea sean tocados. También puede señalar los asuntos que no desea incluir.
c. La discusión puede hacerse con todos los alumnos o dividirlos en grupos pequeños. En general grupos de dos personas sirven mejor para tratar asuntos personales. Grupos de tres o cuatro personas son mejor para sugerir posibilidades y alternativas para resolver un asunto dado. Grupos de cinco y seis personas pueden conseguir mucha información sobre un mismo asunto. Se aconseja no formar grupos de más de seis personas pues algunos “se esconderán” detrás de los que hablan o participan con más facilidad.
El método de solución de problemas. Los problemas a resolver pueden ser ubicados en tres grupos:

a. Problemas que requieren más información
b. Problemas que requieren la aplicación de ciertos principios, actitudes y valores
c. Problemas que exigen la toma de decisiones.
d. La selección del problema a trabajar es de vital importancia. El maestro debe dar su mejor pensamiento. Hay dos criterios que puede seguir:
Seleccionar un problema que sea significativo para el grupo.
Expresar el problema de manera adecuada. Esto quiere decir que sea expresado (es preferible que el maestro lo escriba) en forma de una pregunta; que anime a dar una prueba o evidencias de que la solución que sugiera es válida y sigue un principio bíblico; que es suficientemente adecuado para el tiempo disponible por el grupo.
Enseñar a los adultos es cosa seria; requiere mucha dedicación, sensibilidad y esfuerzo. Hasta parece una tarea que está más allá de la capacidad del maestro más calificado que se pueda encontrar. Sin embargo, al Señor le pareció bien entregarle a usted esta tarea y junto con la asignación él le promete estar con usted, provee a su Santo Espíritu para que le guíe y enseñe la verdad, y como si fuera poco, le dictará lo que tiene que decir en el momento oportuno. ¡Qué más quiere!

CUESTIONARIO
1. ¿Por qué se dice que no todos los adultos están creciendo?
2. Mencione los dos grandes factores que forman a los adultos.
3. ¿Cuáles son las tres grandes preocupaciones de los adultos?
4. ¿De qué manera aprenden mejor los adultos?
5. ¿En qué consiste el método de preguntas y respuestas?
6. ¿En qué consiste el método de discusión?
7. ¿En que consiste el método de solución de problemas?
8. ¿Qué promesa he hecho el Señor a quienes él ha llamado al ministerio de enseñar?

2 comentarios:

Analía dijo...

1.Porque muchos estan estancado y una de las causas puede ser que no quieran asumir a las responsabilidades.
2.Crecer y madurar.
3. El trabajo y la vocacion, la familia y el significado y proósito de la vida.
4.Aprenden mejor por medio de resolver problemas y responder a preguntas.
5.Consiste en tratar temas por medios de preguntas y respuestas en grupos e individualmente para facilitar la solucion al problema tratado. Ademas estimulan respuestas, logrando una clase participativa.
6. Este método permite que el alumno se informe, que dé su enfoque de la situación y razone.
7. Consiste en dar una solucion válida encuadrada en los principios Bñiblicos.
8.El Señor prometió que enviaría a su Espiritu Santo para estar con nosotros en esta tarea, guiándonos y enseñándonos.
El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos...pero que buenos es si estamos en Cristo!!!!

Eledy dijo...

Según el apóstol Pablo, algunos adultos quedaron “detenidos en el tiempo”, y yo opino que no solo no quieren crecer y madurar sino que también anulan toda posibilidad o circunstancia en la vida que les “obligue”, en cierta forma, a crecer y por consiguiente a asumir responsabilidades, que en definitiva de eso se trata el ser adultos.

2. Según el texto, los adultos son el resultado de sus experiencias y los eventos de su vida.

3. Las tres grandes preocupaciones de los adultos son: el trabajo y la vocación, la familia y el significado y propósito de la vida.

4. Los adultos aprenden mejor por medio de resolver problemas y responder preguntas.

5. El método consiste en hacer preguntas bien pensadas y cuidadosamente expresadas para estimular una respuesta por parte del alumno.

6. Para que produzca algún interés por parte de los adultos el tema a discutir debe relacionarse con al menos una de las tres áreas de preocupación del adulto (la familia, la vocación y el sentido de la vida). Para hacer mas efectivo el método es recomendable que el maestro se asegure de incluir los aspectos de los cuales desea hacer énfasis y de los que no desea incluir en la discusión.

7. Se puede clasificar los problemas a resolver en tres grupos: problemas que requieren mas información, otros que requieran la aplicación de ciertos principios, actitudes y valores, y otros que tan solo exijan la toma de decisiones.

8. A pesar de nuestras imperfecciones y limitaciones, Dios promete estar con nosotros y darnos su Espíritu Santo para que nos guíe a enseñar la verdad, y no solo esto sino que también pondrá palabras en nuestra boca en el momento preciso. Dios realmente es maravilloso ¡¿Cómo decir que no a su llamado cuando tenemos todo servido en bandeja?